Seis jugadores de la plantilla del Barça de fútbol sala han visitado este martes el Centro de Acogida Mas Pins de Barcelona. Esta acción solidaria se inscribe dentro del programa Navidad todo el año, creado por la Fundación FC Barcelona para fomentar las visitas de los equipos profesionales del Club a distintos grupos en situación de vulnerabilidad.
Khalid, Mamadou Touré, Erick Mendonça, Dyego Henrique Zuffo, Pito y Sergio González visitaron este centro, que cuenta con 30 plazas destinadas a niños y jóvenes tutelados por la Generalitat de Catalunya. El Centro ejerce la atención inmediata y transitoria de jóvenes de entre 12 y 18 años atendidos a fin de realizar el estudio diagnóstico analizando su situación personal y sociofamiliar. Una vez realizado el estudio, se propone la medida de protección más adecuada a cada joven. Presta atención continuada las 24 horas. Durante la visita, los jugadores y residentes pudieron interactuar de la mano de los responsables del centro, que informaron sobre la labor que se lleva a cabo en el centro y del efecto inspirador sobre los menores, muchos de ellos en grave riesgo social, que tienen estas acciones que realizan los jugadores del Barça.
Los centros de menores tutelados forman parte de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) de la Generalidad de Cataluña y acogen, como servicio residencial de estancia limitada y transitoria, a menores que se encuentran en situación de desamparo de sus familiares. La mayoría de niños y jóvenes residentes viven en estos centros hasta la mayoría de edad, por lo que es importante el trabajo, desde la parte emotiva, del sentimiento de pertenencia, a fin de que estos niños y jóvenes sientan como sede el centro en el que residen. Desde la DGAIA se trabaja por favorecer la inclusión social de estos niños y adolescentes, potenciando la prevención de las situaciones de riesgo.
Con visitas como las de ayer, jugadores profesionales del club azulgrana aportan bienestar y alegría por unas horas a niños y jóvenes que están ingresados en hospitales o que viven en centros de menores tutelados, con el objetivo de generar emociones positivas en medio de situaciones de vulnerabilidad.