Solidez deportiva, económica e institucional: el balance de una gestión valiente

Cuando Joan Laporta asumió la presidencia del Futbol Club Barcelona en 2021, lo hizo con un objetivo claro: revertir la dinámica negativa que el Club venía arrastrando en los últimos años y sentar las bases de un futuro sólido, tanto a nivel deportivo como económico e institucional.

En aquel momento, los ingresos del FC Barcelona se habían reducido drásticamente, el proyecto deportivo había perdido competitividad y la renovación del Spotify Camp Nou, incluido en el proyecto del Espai Barça, aún no había empezado. Ante este panorama, la nueva junta directiva, junto con los ejecutivos y el grupo de empleados del Club, definieron un plan estratégico riguroso y ambiciosamente realista, que se ha implementado en los últimos años. La hoja de ruta se basa en cinco criterios principales:

• Reducir el gasto, especialmente en lo que respecta a la masa salarial deportiva.
• Aumente los ingresos, recuperando la confianza de los patrocinadores, los aficionados y los mercados internacionales.
• Preserve el modelo de propiedad, manteniendo el Club en manos de sus socios.
• No pida ninguna contribución financiera a los socios ni haga que la carga de la recuperación recaiga sobre ellos.
• Construye el nuevo Spotify Camp Nou, una infraestructura esencial para garantizar la competitividad del futuro.

Tres años después, estos pilares se han consolidado y permiten al Barça mirar hacia el futuro con confianza y ambición. La estrategia ha dado sus frutos y ha sentado las bases para una etapa de crecimiento y estabilidad. Estos son los tres ámbitos en los que se ha demostrado este progreso:

1. Solidez deportiva

La confianza en el talento de La Masia y un compromiso decidido por rejuvenecer y renovar a la plantilla nos han permitido construir un equipo con presente y futuro. Los cimientos del proyecto deportivo se han reforzado con renovaciones a largo plazo y una estructura deportiva cohesionada. Hoy en día, el Barça compite por todos los títulos con un grupo unido, comprometido y con visión de futuro.

Este modelo ha tenido un claro impacto en el valor del primer equipo de fútbol masculino: el valor de mercado de la plantilla ha crecido un 24% con respecto a la temporada 2020/21, hasta situarse actualmente en los 1.010 millones de euros, según datos del mercado.

Esto se ha conseguido con una política de inversión sostenible: entre las temporadas 2021/22 y 2024/25, la inversión neta en fichajes ha sido de 43 millones de euros, muy lejos de los 245 millones invertidos entre 2017/18 y 2020/21, periodo en el que la plantilla tenía un valor de mercado inferior (814 millones de euros).

2. Solidez económica

La reestructuración salarial ha supuesto una reducción del 15% en la masa salarial deportiva del primer equipo de fútbol masculino, un hecho que ha sido clave para recuperar el cumplimiento del Fair Play financiero. Este esfuerzo ha sido reconocido por organizaciones como LaLiga y ha permitido al Club cerrar el ejercicio 2023/24 con un resultado ordinario positivo, un hecho que no se había producido en 6 años.

Todo esto se ha conseguido a pesar del traslado temporal al Estadi Olímpic Lluís Companys, lo que ha supuesto una pérdida estimada de 100 millones de euros en ingresos en comparación con lo que el Club habría generado jugando en el Spotify Camp Nou. A pesar de este hándicap, el Barça ha conseguido mantener una gestión financiera rigurosa, reduciendo la deuda neta en un 12% entre junio de 2021 y junio de 2024.

3. Solidez del modelo

El Barça ha mantenido y reforzado su modelo de propiedad, demostrando que es posible ser competitivo sin renunciar a los valores fundamentales del Club. La ambición ha ido de la mano del rigor, y esto ha permitido sacar adelante el proyecto de construcción del nuevo Spotify Camp Nou, una pieza clave para recuperar la capacidad de ingresos mediante la creación de nuevos activos, mejorar la experiencia de los socios, aficionados y aficionados, y volver a liderar la escena futbolística mundial también desde el punto de vista de las infraestructuras.

Los desafíos siguen siendo importantes, pero el rumbo está claro. El FC Barcelona ha dejado atrás un período de incertidumbre para afrontar el futuro con ambición, responsabilidad y confianza en sus propias capacidades. Gracias a una estrategia sólida y compartida, el Club ha sentado las bases de un proyecto que no solo aspira a recuperar la grandeza del pasado, sino también a construir un futuro aún más prometedor para el barcelonismo.