Derecho y acceso

Promover la inclusión es justo, necesario y posible

  • Justo, para respetar y hacer posible el derecho y el acceso de todas las personas a la educación (en nuestro caso, no formal) y a la igualdad de oportunidades.  
  • Necesario, porque beneficia a todos los agentes concretos implicados y a la sociedad en general.    
  • Y posible, porque hay experiencias que así lo demuestran (entre otras, en algunos proyectos propios de la Fundació en los que se ha promovido la inclusión total de todos, sin excepción, independientemente de los apoyos y capacidades de los niños).  

Tres premisas

¿Sabrías detectar una práctica inclusiva?

La práctica inclusiva debe cumplir tres premisas conocidas como «las 3 P»: presencia, participación y progreso.   

  • Todas las personas participantes, sin excepción, deben estar presentes en todas las actividades, compartiendo el espacio y todas las experiencias que tienen lugar con el resto de compañeras del grupo.    
  • Además, todos los niños y jóvenes deben participar en todas las actividades y ser capaces de alcanzar el éxito sacando el máximo partido individual. En caso de que sea necesario, se pueden adaptar las normas de los juegos, materiales y espacios según las necesidades de cada persona y del grupo.    
  • Por último, todas y todos deben tener la oportunidad de aprender y progresar durante todo este proceso de juego, aprendizaje y reflexión compartido.  

Consejos y recomendaciones generales

Centrarse en las capacidades y eliminar las barreras

Para incluir a todos los niños y jóvenes, es necesario que las personas del equipo educativo: 

  • Se centren en las capacidades y potencialidades de cada participante, no en la discapacidad. 
  • Eliminen las barreras físicas y sociales que dificultan la participación de todas y todos. 
  • Creen un entorno accesible para todas y todos.  
  • Modifiquen, si es necesario, la manera de plantearse y presentarse las actividades. 
  • Cuando hablamos de equiparar las condiciones de práctica y ofrecer posibilidades de éxito, nos referimos a que todos los niños y jóvenes puedan jugar en condiciones similares (no iguales, porque eso supondría desigualdades en la práctica y resolución de los juegos) que impliquen tener posibilidades de jugar bien al juego en todas sus opciones.    

En otras palabras, las adaptaciones que se planteen se deben adecuar en su justa medida para aportar posibilidades de éxito con el esfuerzo y la implicación del niño o joven, sin garantizar el éxito al 100 % sin esfuerzo.  

Infografías

Visualiza el conjunto de herramientas inclusivas generales i específicas para aplicar en los juegos y actividades